El joven apuesto: Usted se esta matando
Greta Garbo: (afiebrada, tratando de disimular la fatiga). Si así fuera, solo se opondría usted. ¿Por qué es tan niño? Debería volver al salón y bailar con alguna de esas jóvenes bonitas. Venga, yo lo acompañaré (le extiende la mano)
El joven apuesto: Su mano esta hirviendo.
Greta Garbo: (irónica) ¿Por qué no le deja caer una lagrima para refrescarla?
El joven apuesto: Yo no significo nada para usted, no cuento. Pero usted necesita alguien que la cuide. Yo mismo ... si usted me amase.
Greta Garbo: El exceso de champagne lo ha puesto sentimental.
El joven apuesto: No fue por el champagne que vine aquí día tras día, durante meses, a preguntar por su salud.
Greta Garbo: No, eso no pudo ser culpa del champagne. ¿De veras querría cuidarme? ¿Siempre, día tras día?
El joven apuesto: Siempre, día tras día.
Greta Garbo: ¿Pero por qué habría usted de reparar en una mujer como yo? Estoy siempre nerviosa o enferma, ....triste ....o... demasiado alegre.